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martes, 3 de marzo de 2015

Arsenio Erico

Paraguayo. Centrodelantero. De Independiente (1934-46, 325 partidos, 293 goles) y Huracán (1947, 7 partidos). Jugó 332 partidos, 293 goles.

Su carrera comenzó en Nacional de Paraguay, donde debutó a los 16 años. Allí despertó la admiración de los hinchas paraguayos.

El elenco de Avellaneda tuvo el acierto de incorporarlo en forma curiosa en 1934. Durante la guerra entre Bolivia y Paraguay, la Cruz Roja de los guaraníes formó un equipo de fútbol a cargo de un teniente coronel, con el objeto de recaudar fondos para los damnificados. Ese equipo que, Erico integraba a los 17 años, vino de gira a Argentina y fue donde dirigentes de River e Independiente quedaron maravillados por lo realizado por Erico. Los de esta última entidad fueron quienes pudieron hacerle firmar un contrato profesional. Dirigentes de los “Diablos Rojos” tuvieron una dura negociación porque Arsenio era menor de edad y el teniente coronel manifestó la inconveniencia de ceder el pase, porque por la guerra podían declararlo desertor ya que con más edad debía hacer la conscripción efectiva en su patria que estaba en guerra. Igualmente, siguieron con las negociaciones y consiguieron incorporarlo a cambio de los 12 mil pesos que les pagaron a Nacional de Asunción.

Debutó para los “rojos” el 6 de mayo de 1934 contra Boca Juniors sin marcar goles. Y a la siguiente fecha contra Chacarita Juniors logra el primero y el segundo de sus 293 goles.

El paraguayo rápidamente se convirtió en ídolo de los Diablos Rojos, donde demostró una extraordinaria eficacia.

Después de un par de años con lesiones que lo marginaron de las canchas, en 1937 desencadenó todo su potencial: 47 goles en un solo año. Al año siguiente llevó a Independiente a su primer título nacional en la época profesional y de yapa repitió el récord de goles por año marcando 43 tantos.

En 1939, el paraguayo volvió a ser fundamental en el equipo que logró el bicampeonato. Fueron dos años de mucho esplendor de parte de Erico, que conformó una delantera fantástica con José Vilarino, Vicente De La Mata, Antonio Sastre y Juan José Zorrilla.

En 1942, al negársele un aumento en su contrato, se fue a Paraguay. Ahí saldó una vieja deuda personal y familiar: dio la vuelta olímpica con Nacional. Además, Erico iba a jugar por la Selección de su país ante Argentina por la Copa Chevallier Boutell. Independiente reclamó a la AFA y el partido se suspendió, con la consiguiente conmoción del público paraguayo. Los dirigentes del club de Avellaneda debieron viajar a Asunción para restablecer las relaciones y, tras intensas gestiones, lograron convencerlo, pero con un gran incremento en su contrato. Luego, por una afección en los meniscos de la que no pudo recuperarse, mermó en su rendimiento.

La excepcional campaña que cumplió en Independiente, que le permitió convertirse en el máximo goleador del fútbol argentino con 293 goles, no impidió que tuviera una poco cordial despedida, que no premió su capacidad ni su conducta ejemplar.

En 1947 Independiente vendió el pase de Erico a Huracán donde tuvo un fugaz y poco afortunado paso. Allí jugó 7 partidos y compartió la delantera Salvini, Méndez, Simes y Ferreyro. No pudo más, aunque lo intentó en su país, en Nacional (fue jugador/técnico 19 años después de haber comenzado su carrera) y en Sol de América, donde se retiró.   


Erico dejó el fútbol con toda la gloria ganada en las canchas por su maravilloso juego y sus goles espectaculares.

En la historia del fútbol argentino Arsenio debe ser evocado como un deportista ejemplar junto con su estilo fino y elegante, que le permitió convertir goles de alta clase.

Se radicó en la Argentina sin ir mucho a la cancha. “Preferí jugarlo y no verlo”, solía afirmar. Claro, el gusto de ver el fútbol era verlo a él, se podría asegurar. Falleció el 23 de julio de 1977, a los 62 años.

Al día siguiente, Independiente jugó contra River y la hinchada roja se la pasó coreando “¡se siente, se siente, Erico está presente…!”. Los rojos le ganaron a los millonarios 2 a 1 tras ir perdiendo 1 a 0.



En homenaje a él, una tribuna del estadio de Independiente lleva su nombre al igual que la cancha del Defensores del Chaco (Paraguay) y el estadio de Nacional se llama Arsenio Erico. 

jueves, 23 de octubre de 2014

José Alberto Batista

Uruguayo. Marcador de punta.  De Deportivo Español (1985-94 y 1998-99, 334 partidos y 20 goles -311 cotejos, 19 tantos en la A y 23 en el Nacional B y un gol-),  Gimnasia de Jujuy (1995-96, 47 partidos, 1 gol) y Argentinos de Quilmes (1999-2000, 42 partidos, 3 goles). Jugó 423 partidos y anotó 24 goles.

"Charly" comenzó su carrera en Cerro de Uruguay en 1979, luego pasó a Peñarol en 1984 y arribó a Español en 1985. Allí, enseguida logró ganarse la titularidad en el primer equipo que luego iba a terminar peleando el campeonato con River y Newell’s, logrando un segundo puesto compartido con el elenco rosarino que tenía mayor diferencia de gol.

Al año siguiente, el defensor mantuvo su buen nivel que le valió una convocatoria para participar del Mundial de México. En ese torneo, "Charly" se dió el gusto de romper un record  ya que sufrió la más rápida expulsión en la historia de los mundiales (a los 50 segundos del partido con Escocia). En la Selección, jugó 14 partidos y convirtió 1 gol.

El uruguayo seguiría su buena senda en el Deportivo Español, ya que éste estaba pasando por su mejor momento deportivo.

En 1992 junto a Luongo, Zanetti y Bustos formaron una defensa casi invulnerable obteniendo el segundo puesto del Clausura.

A finales de 1994, el yorugua abandonó las filas del gallego. Una lesión lo dejaba un tiempo fuera de las canchas y la comisión luego de varias idas y vueltas, decidió darle el pase en "reconocimiento" por su trayectoria.

El uruguayo volvió a su país para sumarse a Rampla Juniors, donde estubo un tiempo y a mediados de 1995 regresó a la Argentina para jugar en primera división con Gimnasia de Jujuy.

En el lobo jujeño jugo dos campeonatos, pero una nueva lesión lo volvió a alejar un tiempo de las canchas hasta que en mayo de 1998 se sumó a Atlético Mar del Plata, que debía jugar un triangular junto a Alvarado y San Lorenzo para definir el representante de la Liga Marplatense en el torneo Argentino B.

El elenco marplatense, que estaba apoyado por un grupo de empresarios, entre ellos Oscar Ruggeri, que además aportó varios jugadores de destacada trayectoria como el Puma Rodríaguez, entre otros, tuvo una participación decepcionante logrando que todos los jugadores traídos para el triangular se fueran instantáneamente.

Charly no bajó los brazos, continuó con su carrera y se dio el lujo volver a ponerse la casaca de Español que luchaba por no descender a la B Nacional. Batista, que jugó varios partidos y anotó un golazo de tiro libre en Victoria frente a Tigre, no pudo evitar el descenso.

En la temporada 1999-00, Batista fichó para Argentinos de Quilmes, que se encontraba en la Primera B, categoría en la que se encontraba su ex equipo. Y cuando ambos rivales se enfrentaron, en la previa, los dirigentes gallegos lo homenajearon con una plaqueta en reconocimiento a su trayectoria en el club.

Tras su salida del Mate, “Charly” siguió disputando el vicio en Indio de Brandsen que competía en el Torneo Argentino B.


A mediados de 2001, su equipo quedó eliminado del Argentino, lo que concluyó su etapa como futbolista.

jueves, 3 de julio de 2014

Waldemar do Brito

Brasilero. Entreala derecho. De San Lorenzo (1935 y 1939-40). Jugó 46 partidos, 25 goles. Hermano de Petronilo.

Waldermar jugó en varios equipos de Brasil, sin embargo fue su hermano quien arribó primero a Argentina ya que éste se sumó a San Lorenzo en 1933.

El desempeño de Petronilo durante ese año en el elenco de Boedo influyó en la contratación de su hermano, Waldemar, en 1935. Éste demostró similar habilidad y capacidad de definición. Jugó poco en su primera etapa en el Ciclón, debido a una seria lesión que lo hizo regresar a su país, pero los dirigentes azulgranas tenían un grato recuerdo de él y lo volvieron a traer en 1939. Ese año hizo dupla con el vasco Lángara y pudo demostrar sus dotes.

Concluida su estadía en San Lorenzo, Waldermar volvió a su país natal, donde se incorporó a San Pablo, luego pasó por Fluminense, Palmeiras y en 1945 terminó su carrera como jugador en Portuguesa.

En el trascurso de su carrera, a do Brito lo fueron convocando a integrar el seleccionado de Brasil. Jugó la Copa Mundial de 1934, donde el equipo brasilero cayó eliminado por España en la primera ronda. En ese encuentro Waldemar se hizo cargo de un tiro penal, pero el uno español, Ricardo Zamora, contuvo su tiro.
Después de su retiro, Waldemar de Brito fue parte de un proyecto para explorar los talentos jóvenes en Bauru Atlético Clube, donde descubrió a un chico llamado Edson Arantes do Nascimento, quien con el tiempo iba a ser más conocido como Pelé y lo llevó al Santos. Así comienza la carrera de uno de los más grandes futbolistas de todos los tiempos.
Waldemar se marchó de este mundo el 21 de febrero de 1979, a la edad de 66 años. 

jueves, 23 de febrero de 2012

Guillermo Sanguinetti

Uruguayo. Marcador de punta de Gimnasia (1991-2003). Jugó 383 partidos y marcó 31 goles.

Nació el 21 de junio de 1966, en el barrio El Cilindro Municipal de Montevideo.

Sus inicios fueron en Nacional, donde su padre había sido lateral izquierdo y luego se retiró en La Luz, un equipo de la B.

Al igual que su papá Sanguinetti eligió ser marcador de punta, aunque se paró más por la derecha. Su carrera continúo en Wanderes y en Racing de Montevideo.

En 1991 cruzó el charco y llegó a Gimnasia, donde marcaría a fuego su carrera. Su presentación fue el 1 de septiembre y el rival Mandiyú. Desde ese día, que el Lobo igualó sin goles, el “Topo” no se sacó más la camiseta tripera hasta su retiro, en el 2003. La gente lo ovacionó en su último partido contra Huracán y le respondió con una inscripción en la camiseta a modo de homenaje: "De Topo a Lobo en 12 años".

En su pasó por el Club, Sanguinetti ganó la Copa Centenario y participó de los subcampeonatos de 1995, 1996, 1998 y 2002. Además disputó la primera Libertadores que el club jugó (en el 2003) y es el segundo jugador con más partidos en la historia del club, sólo lo supera San Esteban.

Durante el trascurso de su carrera en el Lobo, Sanguinetti fue requerido por la selección de su país en las eliminatorias para el Mundial de 1998.

Ver como DT del Lobo

viernes, 26 de agosto de 2011

Juan Ramón Carrasco


Uruguayo. Volante ofensivo de River (1979-80, 37 partidos, 13 goles) y Racing (1980/81, 55 partidos, 28 goles). Jugó 92 partidos, 41 goles.

Tras pasar por Ñandutí y en el Club Sarandi, Carrasco fichó para Nacional, donde debutó en 1973 con sólo 16 años.

En 1978 pudo ganar su primer título Uruguayo en una brillante campaña. Carrasco jugó todos los partidos (22) y marcó 12 goles que lo consagraron como el máximo artillero del equipo.
A principios de 1979, el uruguayo llegó a River, junto con otro compatriota, Alfredo de los Santos.


En el conjunto “millonario” se destacó pese a los enfrentamientos con el técnico Angel Labruna porque no lo tenía como titular (su lugar lo ocupaba Norberto Alonso). A veces era titular y a veces iba al banco. En ambas situaciones tuvo acciones que son difícil de olvidar para el hincha riverplatense ya que una vez, ante un reemplazo que ordenó Labruna, pateó un corner a la tribuna y se fue de la cancha. Otra, como el entrenador no lo puso en el tiempo que habían combinado, se levantó del banco y se fue caminando despaciosamente a los vestuarios, en la cancha de Vélez. Pero cuando jugó, rindió e hizo goles, uno de ellos sirvió para la golear a Boca por 5-2 en la Bombonera por el Metropolitano de 1980. Esa tarde, Carrasco la rompió, marcó dos tantos y le dio asistencias a Ramón Díaz y al “Negro” Ortiz para que hicieran los suyos.

Finalizado ese campeonato, el uruguayo fue transferido a Racing, donde se ganó un lugar en la vitrina de ídolos y los hinchas recuerdan hasta hoy sus golazos de tiro libre.

Por demoras en el pago de primas y sueldo, Carrasco aceptó marcharse al fútbol mexicano. Allí jugó para los Tecos de Guadalajara, pero no se adaptó y a principios de 1984 volvió al club que lo vio nacer futbolisticamente, Nacional.

En 1985 jugó en Cúcuta de Colombia y a mediados de ese año pegó la vuelta a su país para vestir la camiseta de Danubio. Allí estuvo seis meses y regresó otra vez a Nacional. Con este equipo llegó a la final del campeonato y debió definir ante Peñarol En ese encuentro, Juan Ramón marró un gol ante Eduaro Pereira, cosa que le costaría el título al elenco tricolor. Siendo esta una de las jugadas que le siguen reclamando a Carrasco.



En 1987 estuvo en el fútbol español, donde defendió los colores del Cadiz, en corto tiempo, porque decidió volver al “Tricolor”, siendo ésta su cuarta etapa en el club.

En 1988 pasó a River de Uruguay, de allí pasó a Peñarol, algo por lo que fue y sigue siendo cuestionado ya que el conjunto mirasol es el tradicional rival del “tricolor”. Pero él lo hizo porque estaba caliente con los dirigentes de Nacional.

Luego pasó por San Pablo, otra segunda etapa en River de su país, Bella Vista y Marítimo.

En 1994 pegó la vuelta a Uruguay, donde siguió jugando en River, Nacional y Rampla Juniors.

A mediados de 1997 volvió a firmar contrato con Nacional, en lo que fue su sexto pasaje por la institución. Durante este período, Carrasco hizo el gol más cuestionado de su carrera. Sucedió en la décima fecha en la que los “bolsos” debían jugar con Defensor y de lograr una victoria, dejaban con chance a Peñarol de obtener el segundo quinquenio de su historia. El entrenador de ese momento, Roberto Fleitas anunció que jugarían los suplentes porque quería preparar a los titulares para las finales y Carrasco quedó entre los seleccionados. El partido finalizó 1-0 a favor de Nacional y fue Carrasco, quien anotó el gol del triunfo que también significó que el conjunto “mirasol” mantuviera su chance de conseguir el campeonato, que finalmente sucedió.
Luego de esto, Carrasco abandonó la actividad. Sin embargo siguió ligado al fútbol ya que armó un equipo con jugadores libres al que denominó “Drean Team”. El era jugador y técnico de ese conjunto. Ese proyecto duró 2 años, porque Carrasco, con 43 años, volvió a jugar profesionalmente tras arreglar con Rocha, un equipo del interior del Uruguay, que debutaba en Primera. En ese equipo fue jugador, capitán y técnico.

En el 2001 decidió dejar definitivamente el fútbol.

Con respecto a la selección, Carrasco jugó en 19 oportunidades en las que marcó 3 goles.

Tras su retiro, se lanzó como técnico. Dirigió a Fénix y fue designado para ocupar el cargo en la selección de Uruguay. Estuvo poco tiempo ya que lo despidieron luego de perder de local con Venezuela por 3-0.

En enero del 2007 asumió en River de Montevideo, dodne terminó como subcampeón del Clausura 08´ haciendo la mejor campaña de la historia. Luego pasó por el banquillo de Nacional y actualmente dirige a Emelec.

jueves, 16 de junio de 2011

José Soriano

Peruano. Arquero de Banfield (1942-44, 46 partidos), River (1944-46, 71 partidos) y Atlanta (1947, 10 partidos). Jugó 127 partidos.

En su Perú natal era Agrónomo, especializado en el cultivo de la caña de azucar y además tenía a cargo a más de 200 personas.

En las horas extras, jugaba por placer en los Diablos Rojos de Chiclín. Un amistoso cambió su historia: el DT de la Selección de su país lo citó tras verlo en acción. De ahí al Sudamericano de 1942 en Montevideo. Soriano había llegado a la mayor sin haber jugado en ningún club de su país.

Al terminar el Sudamericano, Soriano recibió ofertas de muchos equipos, pero volvió a Chiclayó tras rechazar todas las ofertas. Pero un día apareció Florencio Solá, presidente de Banfield y lo convenció para que ataje en su equipo.

Llegó al Taladro en 1942 y dos años después pasó a River por 100.000 pesos (una cifra importante para la época).

El golero peruano debido a su gran personalidad y conducta dentro y fuera de la cancha fue elegido como el capitán de “La Máquina”, aquel equipo, conformado por figuras rutilantes como Juan Carlos Muñoz, José Manuel Moreno, Adolfo Pedernera, Ángel Labruna y Félix Loustau.

En 1946 Soriano integró las primeras comisiones de lo que sería luego Futbolistas Argentinos Agremiados y les enseñó el camino a los jugadores argentinos para reclamar y defender sus derechos como trabajadores. Y fue en su casa donde se estaba impulsando el gremio que defendería los derechos de ellos. Las reuniones se hacían en Brasil 343, octavo piso. Ahí vivía el peruano, quien junto con Rodolfo Danza, de Ferro, enviaron telegramas a todos los capitanes de Primera y Segunda. Allí se formó la base del gremio. Esto molestó a los dirigentes “Millonarios”, que decidieron desprenderse de él.

Soriano por seguir a Pedernera, jugó dos meses en Atlanta, donde se retiró, a los 29 años.

Durante su estadía en el fútbol argentino, Soriano fue elegido capitán y Caballero (se lo apodó el caballero del arco) entre sus pares por su don de gente. Un hombre hecho de cortesías e hidalguías, se tomaba unos dos minutos para saludar el prójimo.

El 22 de marzo de 2011 el uno peruano falleció a los 93 años en una clínica porteña tras ser sometido a una operación a raíz de una fractura de cadera. Era el último sobreviviente de un equipo que hizo historia, como lo fue “La Maquina”.

viernes, 18 de febrero de 2011

Iván Mayo

Chileno. Entreala derecho de Vélez (1933-38). Jugó 108 partidos, 46 goles.

Se inició en San Luis de Quillota y con 15 años integró la primera de ese equipo.

A fines de 1931, Mayo es solicitado a San Luis como refuerzo por Colo Colo, donde se destáco como un gran goleador y fue muy querido por la gente.

En 1933, con 22 años llegó a la Argentina. Primero fue pretendido por River Plate, pero finalmente el jugador chileno teminó siendo contratado por Velez Sarsfield, convirtiéndose en el primer jugador chileno que integró un plantel Argentino.

El Fortín se destacó por 5 años consecutivos, llegando a ser su capitán y figura. Por su popularidad fue portada de la Revista El Gráfico y de paquetes de cigarrillos.

En 1938 fue fracturado por un zaguero uruguayo de River Plate, por lo que decidió volver a Chile, donde una vez recuperado de la lesión, se puso la camisetas de Santiago Morning e Iberia.

Abandonó el fútbol a mediados de la década del 40’ y comenzó trabajar como administrador del Estadio Municipal de Quillota.

Por su categoría de ídolo nacional, cuando jugaba en Vélez Sarfield, en la ciudad Villa Alemana y en su honor, se fundó el Club Social y Deportivo Iván Mayo, eqiuipo que juega en la tercera categoría del fútbol chileno.

Mayo murió cuando tenía 68 años y sus restos se encuentran en el Mausoleo de Colo-Colo en el Cementerio de Santiago.

Cabe destacar que Mayo junto con Salas, son los jugadores chileno que tuvieron un desempeño eficaz en nuestras canchas.

Alcides Vicente Silveyra

Uruguayo. Marcador central de Independiente (1960-62, 44 partidos, 3 goles) y Boca (1963-68, 113 partidos, 3 goles). Jugó 157 partidos, 6 goles.

Silveira se inició en Nacional y arribó a la Argentina para actuar en Independiente (junto a sus compatriotas Tomás Rolán y Vladas Douksas) entre 1960 y 1962, después de alcanzar el título en el Sudamericano Ecuador 1959 con el representativo “celeste”, donde fue elegido como el mejor jugador.

Después de un breve paso por el Barcelona de España, el otrora mediocampista fue contratado por Boca, donde jugó de 1964 a 1968, obteniendo los campeonatos argentinos en los primeros dos años.

Abandonó prematuramente la actividad como futbolista a causa de una lesión y a fines del `68 le hicieron un ofrecimiento para ser el técnico interino del equipo xeneize.

Aceptó la invitación pero duró poco, porque al año siguiente volvió a insistir como profesional y se puso otra vez la camiseta de Nacional. Pero dejó casi de inmediato, a causa de la lesión, y empezó definitivamente su trayectoria como DT.

El 16 de enero de 2011, “Cacho” Silveira falleció en su Uruguay natal a los 72 años.


Ver esta nota sobre el yorugua

Romper el molde

martes, 6 de julio de 2010

Rubén Walter Paz


Uruguayo. Volante de Racing (1987-89 y 1990-93) y de Godoy Cruz (1995/96). Disputó 138 partidos y marcó 30 goles (en la Academia jugó 131, anotó 30 goles y en el Tomba solo estuvo en 7 partidos).

Fue un armador de lujo, con una zurda mágica y una pegada exacta, para el tiro libre o para los pases cortos y largos. Contaba con el freno y la pausa en el momento oportuno.

Su incio se dio en el fútbol infantil de Peñarol y en 1977 llegó a la primera de ese club. Allí jugó hasta 1981 y en esos años que vistió la casaca aurinegra obtuvo tres títulos de liga en forma consecutiva entre 1978 y 1980.

En 1982 pasó al Internacional de Porto Alegre en donde también supo mostrar su calidad y conducir al equipo en los tres Campeonatos Gaúchos (1982-84) que consiguió en su estadía en el equipo brasileño.

Se destacaba por ser un jugador muy “cerebral” y muy fino a la hora de armar el juego ofensivo de su equipo, además de por su gran pegada con la pierna izquierda, con la cual tenía una efectividad asombrosa en las pelotas paradas.

En 1986 pasó al Racing Matra de París, donde jugaba Enzo Francescoli, pero no le fue lo bien como le había ido anteriormente y pasó cedido a Racing de Avellaneda. En la Academia conquistó la Supercopa y también el corazón de los hinchas que tienen muy buenos recuerdos de su paso por el club. Al quedar eliminado de la Copa Libertadores de 1989, Racing desmembró el equipo y transfirió a Paz al Genoa para volver al año siguiente a la institución de Avellaneda.

En su vuelta a la Academia, tuvo otra buena campaña y un enfrentamiento con el técnico Perfumo. Por pedido de la gente, se quedó él, y el entrenador debió irse. Desde entonces bajó su rendimiento, aunque siempre mostró los destellos de su jerarquía. Pero comenzaron losonflictos con el presidente Juan De Stéfano, quien le rescindió el contrato. c

En 1993 volvió a su país a jugar en Rampla Juniors, luego pasó a jugar en Frontera Rivera y en 1995 recaló en el Godoy Cruz, que estaba jugando en la segunda división del fútbol argentino. En el conjunto mendocino no llegó a imponer su magia, jugó pocos partidos y se volvió a su país para retirarse de la actividad profesional que concluyó en el 2006.

En la selección de su país jugó en 66 ocasiones anotando 12 goles. Participó de los mundiales de 1986 y 1990. Obtuvo el Mundialito de 1980 y la Copa América de 1987, además de los Sudamericanos Juveniles de 1977 y 1979.

jueves, 11 de marzo de 2010

Sergio Livingstone


Chileno. Arquero de Racing en 30 partidos de 1943.

Una gran figura del fútbol chileno que comenzó a hacerse conocido en Universidad Católica con 18 años en 1938.

Cuando tenía 23 pasa a Racing, donde no anduvo al principio, pero con el correr de las fechas estabilizó su nivel y dejó un grato recuerdo por sus cualidades futbolísticas.

Del club se marchó intempestivamente, a pesar que los dirigentes académicos querían tenerlo para el próximo año. Con el tiempo dirá que fue una equivocación y que se dio por culpa de una nostalgia injustificable.

En 1944 regresó a su país para volver a integrar la plantilla de Universidad Católica, el equipo de sus amores y el de toda su vida.

En su segunda etapa en la UC consiguió los títulos de la liga chilena de 1949 y 1954.

A lo largo de su carrera que se prolongó por espacio de 22 temporadas estuvo siempre ligado a las filas de Universidad Católica, a excepción de su paso por Argentina y de una de sus últimas temporadas como jugador activo, en 1957, cuando fue a jugar a préstamo a Colo Colo.

Su retiró de dio en 1959 y se dedicó plenamente al periodismo en distintos medios, en donde hizo valer su experiencia en el tema y lo criterios de sus conceptos.

Durante mucho tiempo fue el portero chileno y aún sigue siendo considerado el mejor de todos los tiempos que haya jugado en esa posición. Fueron 52 partidos que le tocó defender el arco de Chile.

Debutó con la Selección el 2 de febrero de 1941 en un encuentro disputado ante Ecuador que terminó con victoria chilena por 4 a 0.

Jugó el Mundial de 1950 y 6 Copas América (1941, 1942, 1945, 1947, 1949 y 1953). Además, posee el récord del jugador con más partidos jugados en Copa América, con 34.

martes, 29 de septiembre de 2009

Ibrahim Sekagya


Ugandés. Defensor de Arsenal en 2005/07. Jugó 62 partidos y anotó 2 goles.

En el ascenso estuvo en Atlético Rafaela 2001/02 (38 partidos, 2 goles) y en Ferro Carril Oeste 2002/05 (96 partidos, 2 goles).

En total en el fútbol argentino disputó 196 partidos y marcó 6 tantos.

Sekagya se inició en Kampala City de la liga de Uganda, donde estuvo desde 1998 hasta 2000. A mediados de este año, el africano arribó al país y estuvo a prueba en Los Andes. Pero no convenció y fue a Atlético Rafaela (de la segunda división argentina), donde si quedo.

Tras un buen desempeño como lateral derecho en la Crema, el ugandés pasó a Ferro en el 2002, porque su representante Gustavo Mascardi tenía el manejo del fútbol profesional.
Rápidamente, el africano Ibrahim Sekagya se convirtió en el más destacado del club de Caballito, donde permaneció durante tres temporadas. Allí ganó su único título en fútbol argentino que fue el torneo de la Primera B Metropolitana (tercera división) de la temporada 2002-2003, logrando el ascenso a la B Nacional.

En el 2005 a Sekagya le llegó el turno de jugar en la primera división, tras ser contratado por Arsenal de Sarandí.

Su presentación en la máxima categoría fue el 11 de septiembre, convirtiéndose en el primer ugandés en jugar en Primera A. El debut fue ante River en el Viaducto e Ibrahim Sekagya le dio el triunfo a Arsenal por 1-0 a través de un cabezazo. Ese tanto lo hizo quedar en la historia del fútbol nacional porque fue el 80.000 desde que comenzó a jugarse profesionalmente a partir de 1931.

A partir de ese partido, el ugandés comenzó a ganarse un puesto entre los titulares y al hincha del club de Sarandí, que lo idolatró partido tras partido por su entrega por los colores.

El africano se convirtió en el referente de la zaga del conjunto de Alfaro que primero se clasificó a la Copa Sudamericana 2007 para luego gritar campeón pero ya sin él. Porque a mediados de ese año fue comprado por Red Bull de Salzburgo (de la liga austríaca), entidad para la que sigue jugando actualmente.

Ibrahim Sekagya es uno de los principales referentes y capitán de la selección de su país.

martes, 11 de agosto de 2009

Delfín Benítez Cáceres


Paraguayo. Delantero. De Boca (1932-38, 162 partidos, 108 goles), Racing (1939-41, 84 partidos, 65 goles) y Ferro (1942-44, 66 partidos, 20 goles). Jugó 312 partidos, 193 goles.

Excepcional delantero central que surgió en Libertad de Paraguay, donde debutó en 1927, con 17 años, frente a Olimpia. Su equipo ganó 2 a 1 y él marcó el segundo gol. Desde ese día hasta el día de su retiro siempre fue titular en todos los equipos donde jugó.

En 1932 se concretó su pase a Boca Juniors y sus primeros partidos fueron en reserva. Allí llamó la atención por hacerle 3 goles a River en un partido. En el arco contrario estaba Sirni, con quien se encontró más de una vez más ese año, pero ya en Primera División, para anotarle otros dos, en un encuentro que ganó Boca por 2 a 1, el 31 de octubre. Luego le haría 4 goles más en partidos oficiales de Primera.

Apodado el Machetero, Benítez Cáceres debutó en la primera de Boca el 19 de junio y, justamente, contra los Millonarios. Fue 1-1 en la Bombonera, pero no convirtió esa vez.

Le aportó al equipo toda su potencia goleadora y su gran capacidad para definir. En el área, nunca se equivocaba. Convirtió 108 goles en Boca, en 162 partidos. Empezó la cuenta el 25 de septiembre de 1932 con 2 en el 7-0 a Quilmes y la cerró en 1938 (10/12) en el 3-4 con Almagro. Es el quinto goleador por torneos locales y es el máximo anotador extranjero en la historia de Boca.

Compuso un trío legendario con Francisco Varallo y Roberto Cherro, con quienes integró una delantera terrible e inolvidable que consiguió los títulos de 1934 y 1935.

Se ganó el corazón de la hinchada y su nombre quedó sellado entre los grandes de la historia boquense.

En una decisión equivocada, los dirigentes xeneizes lo dejaron ir en 1939. Pasó a Racing y mantuvo su voracidad goleadora, ya que en 1940 encabezó la lista de goleadores (compartió con Isidro Lángara) a pesar de hacerlo a los 30 años, siendo uno de los pocos delanteros que han lo logrado salir goleador de un torneo a esa edad.

Desde 1942 hasta 1944, jugó en Ferro C. Oeste, donde siguió haciendo goles, que lo ubican en el 12° lugar en la tabla de goleadores históricos de nuestro país. Y junto con Erico, Francescoli, Lángara y Alzamendi, son los cinco únicos delanteros extranjeros que superaron la barrera de los 100 goles.

Siguió su carrera en Libertad de Paraguay, jugó en Colombia y en Venezuela, donde se radicó definitivamente.

Falleció el 10 de enero de 2004, en Caracas a los 93 años víctima de una enfermedad prolongada.

Benítez Cáceres debe ser considerado como uno de los mejores delanteros extranjeros de todo el ciclo profesional.

Su campaña:
Año//Club//Jugó//Goles
1932//Boca// 9// 7
1933//Boca// 34// 19
1934//Boca// 34// 20
1935//Boca// 33// 25
1936//Boca// 27// 16
1937//Boca// 2// 0
1938//Boca// 23// 20
1939//Racing// 30// 23
1940//Racing// 33// 33
1941//Racing// 21// 9
1942//Ferro// 27// 10
1943//Ferro// 19// 6
1944//Ferro// 20// 5
Totales: 312 partidos, 193 goles.

Integró la Selección de su país en el sudamericano disputado en Buenos Aires en 1929 y en 1946. Y con 19 años (imagen) jugó el Mundial de Uruguay de 1930, siendo uno de los delanteros jóvenes más prometedores de Sudamérica.

martes, 4 de agosto de 2009

Walter Gómez


Uruguayo. Delantero de River (1950-55). Jugó 140 partidos, 76 goles.

En 1944 con 16 años, ingresó en la cuarta división de Central y el primero de julio de 1945 debutó en primera, frente a Defensor. Deslumbró. Después repitió la actuación contra Rampla Juniors. Y siete días más tarde la rompió ante Nacional, en el Centenario. El periodismo uruguayo lo consagró con el título: “ha nacido un botija genial”.

Rápidamente integró, con 17 años, la Selección uruguaya, donde tuvo un desempeño que impresionó al público argentino. Después de aquella gran actuación, su destino no podía ser otro que a un grande del fútbol uruguayo. Y en 1946 pasó a Nacional integrando una gran delantera: L. E. Castro, él, Atilio García. Porta y Zapirain. Allí salió campeón del torneo uruguayo en 1946 y 1947.

En un clásico a comienzos de 1949, agredió a un juez y fue suspendido por un año. Y por eso Antonio Liberti, presidente de River, cruzó el charco en 1950 para convencer a los dirigentes de Nacional y contratarlo. Se salió con la suya, arregló con los dirigentes del equipo uruguayo y el pase costó 650.000 pesos argentinos y el pase definitivo del interior derecho Rubí Cerioni, tasado en 100.000 pesos.

El uruguayo vivió sus años dorados en Argentina, pasó a jugar de 9 y alrededor de él, fabricaron una segunda "Máquina", la de los 50´ (hasta 1955), con Prado, Vernazza, Labruna y Loustau, para sustituir a la del 41’ (hasta 1946), de Moreno, Muñoz, Pedernera, Labruna y Loustau.

Su debut, fue en Rosario, contra Newell's, y al minuto de juego marcó el primero de sus 76 goles en River.

A partir de ese encuentro se ganó a la hinchada “millonaria”, que lo erigió en ídolo.

Walter Gómez tenía excepcionales condiciones técnicas: un pique, que sacaba indescontables ventajas, con su cintura desconcertante, con esa gambeta que parecía imposible, con su gran manejo para darle a la pelota el destino que quisiera, con su facilidad (para pasarla de un pie al otro, o para llevarla de rastrón y levantarla sorpresivamente por encima de la cabeza del adversario e ir a buscarla a espalas de este) se convirtió, para siempre, en el número 9 que esta en la idealización de cualquier director técnico o hinchada.

Muchas veces jugó lesionado. River lo necesitaba y él salía, luego de la consabida inyección para calmar los dolores. En esas condiciones actuó la tarde de la 28° fecha de 1953, contra Racing en el Monumental, un partido trascendental en el que los dos equipos se jugaban el campeonato. Su sola presencia, su increíble personalidad futbolística, su enorme capacidad para absorber el castigo (Dellacha lo golpeó malamente apenas iniciado el partido, Walter se levantó y siguió pidiendo la pelota en todo momento) desbarataron los planes tácticos de la visita y River logró los dos puntos que le valieron el título del año.

El uruguayo dio tres vueltas olímpicas con River en 1952, 1953, 1955. En este último año, en la mañana del domingo 11 de diciembre, vistió por última vez la camiseta del equipo Millonario, que ya era campeón del torneo. El rival fue Racing y antes del partido (que finalizó 2-2), entre el canto de su hinchada, los locales dieron la vuelta olímpica. Fue la última vez de Walter en la Argentina y se dio el gusto de rubricarla con un gol que fue una obra maestra en Núñez: entró al área, eludió a dos adversarios en una baldosa, metió “un caño” al tercero, y clavó la pelota en un ángulo.

Se terminaba un romance, el de Walter y el hincha. Lo suyo se hizo canto para la historia en las voces de las tribunas: "¡La gente ya no come por ver a Walter Gómez!", estremecían los domingos sus adoradores.

A principios de 1956, River lo transfirió al Milán, pero cuando llegó a Italia se encontró con la sorpresa de que ese club tenía cubierta la cuota de futbolistas extranjeros y se concretó su pase al Palermo, otro club italiano. Ahí jugó, hasta 1959, con Santiago Vernazza, su compañero de River. En ese año, volvió a Nacional, donde el 22 de noviembre, en un nuevo clásico con Peñarol, hizo el gol que le permitió a su equipo vencer al tradicional rival por 1-0 y alcanzarlo en el primer puesto del torneo.

Luego de pasar fugazmente en Nacional, en 1961 pasó a jugar en el fútbol colombiano, pero ya no era el Walter Gómez esplendoroso. Regresó a Uruguay decidido a abandonar el fútbol, pero en 1964 aceptó una oferta del Deportivo Galicia de Venezuela. Fue su último equipo y se despidió del fútbol ante su propia gente: cuando Galicia jugó un amistoso con Cerro, de Montevideo. Convirtió tres goles, y se retiró del campo de juego ovacionado por el público y con la cálida admiración de sus compatriotas.

Se radicó en Buenos Aires, trabajando en el Monumental de River, el estadio donde tantas veces deleitó a la hinchada con su juego.

El 4 de marzo de 2004 falleció en Buenos Aires a causa de una afección pulmonar.
Su campaña en el fútbol argentino:
Año//Jugó//Goles
1950// 34// 22
1951// 26// 17
1952// 24// 12
1953// 21// 8
1954// 20// 11
1955// 15// 6
Total: 140// 76

viernes, 3 de julio de 2009

Ronald Raldes


Boliviano. Defensor de Rosario Central en 136 partidos entre el 2004 y 2008. Marcó 3 goles.

Comenzó su carrera en Destroyers de Bolivia (1998-99) y luego pasó a Oriente Petrolero, entre 1999 y 2003, donde se hizo conocido y alcanzó a jugar la Copa Libertadores. A raíz de sus buenas actuaciones fue convocado para vestir la camiseta de la selección de su país.

Raldes tuvo una brillante actuación en el partido Bolivia-Argentina por el Torneo Preolímpico disputado en Chile y de inmediato Rosario Central inició las gestiones.

El defensor llegó a Rosario Central a comienzos de 2004, con 22 años de edad, cuando Miguel Ángel Russo era el DT.


Debutó el 26 de febrero de 2004, cuando los canallas igualaron 1 a 1 ante Sporting Cristal en Arroyito, con gol de Mariano Messera sobre la hora, en la primera fase de la Copa Libertadores.


El boliviano se afianzó en la defensa Canalla y su c
alidad de gran jugador lo convirtieron en figura en los años que estuvo en Rosario Central.

Raldes se despidió de Central, en el triunfo por 4 a 2 ante Tigre por el Clausura 2008. Previo a ello, el capitán Kily González le entregó una plaqueta al defensor boliviano en reconocimiento por su labor en el club. Ronald se emocionó, agradeció el gesto, levantó las manos y fue ovacionado por los miles de hinchas canallas.


Ronald Raldes, con 136 encuentros disputados, es el segundo extranjero que más veces vistió la casaca de Rosario Central, detrás del uruguayo Jorge José González, quien jugó 487 partidos en el club entre 1966 y 1978.


A mediados del 2008 pasó a Al Hilal de Arabia Saudita, donde tuvo poco éxito y en el 2009 fue incorporado por Cruz Azul de México.


Jugador de selección, estuvo presente en el Preolímpico de Chile ’04 y la Copa América de Venezuela ’07. Ahora disputa las Eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica 2010. Tiene 43 encuentros con la casaca verde de su país.

viernes, 12 de junio de 2009

Oscar René Cardozo


Paraguayo. Delantero de Newell´s 2006-07, 33 partidos y 21 goles.

Tacuara Cardozo se inició en 3 de Febrero de Ciudad del Este. Recaló en Nacional, donde estuvo entre 2004 y 2006.

En el fútbol paraguayo disputó 102 partidos con 47 goles, casi un gol cada dos partidos.

A mediados de 2006 fue contratado por Newell´s Olds Boy tras la recomendación de Héctor Enrique, compañero de Pumpido en la selección Argentina campeona del mundo en México 86’, y se presentó en el club apenas seis días antes del comienzo del Apertura.


Su presentación en Newell´s fue el 6 de agosto de 2006, cuando el equipo de Nery Pumpido le ganó 3 a 0 a Vélez en el Coloso. Tacuara convirtió un golazo desde 35 metros al Gato Sessa y también se dio ese día el debut de otro paraguayo, Santiago Salcedo, quien hizo 2 goles. Fue la primera vez en la historia de la Lepra que debutaron 2 paraguayos en un mismo partido y ambos convirtieran goles.


A la fecha siguiente la Lepra empató 3 a 3 en el Monumental ante River Plate, y Tacuara se anotó con uno de cabeza y un golazo de tiro libre.


Siguió haciendo goles consecutivos pero no llegó al record de José Canteli, quien en las primeras 7 fechas, anotó 10 goles. A Tacuara sólo le faltaron 3 para igualarlo. Terminó el Apertura 2006 con 16 partidos disputados y marcó 11 goles.

En el receso, River, Real Sociedad, Spartak de Moscú y el Cruz Azul quisieron llevárselo. El presidente López, pillo como pocos, lo tasó en u$s 10.000.000. Así, aseguró su continuidad para el siguiente torneo.

Durante el Torneo Clausura 2007 llegó diez veces a la red en 17 cotejos, que sumados los 11 que convirtió en el Apertura, da un total de 21 goles con la camiseta rojinegra, lo que le permitió a Cardozo igualar el record del brasileño Mario Zucca. Ambos son los máximos goleadores extranjeros que jugaron en la Lepra.

Al finalizar el torneo, Tacuara fue transferido a Benfica de Portugal en 8.000.000 de euros.

Newell´s había comprado a Cardozo en un millón y medio (a Nacional) y con la venta ganó
una suma más de cinco veces superior a la que invirtió por el futbolista paraguayo.

Lo que se dice un verdadero negocio redondo para la dirigencia leprosa (o para López).


Actualmente el paraguayo Tacuara Cardozo lleva más de 50 partidos disputados en Benfi
ca con 19 goles marcados.

Es tenido en cuenta por Gerardo Martino, cada vez que la Selección tiene que disputar un encuentro, sea amistoso o por eliminatorias.

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