No sólo de sudamericanos se nutrió el fútbol argentino sino de jugadores de otros continentes de las procedencias más insólitas.
martes, 9 de junio de 2009
Pedro Lago
Uruguayo.Volante izquierdo de River desde 1931 hasta 1935. Participó en 121 partidos en los que obtuvo 34 goles.
Llegó de su país en el comienzo del profesionalismo y tubo una buena campaña en River, con el que salió campeón en 1932. De habilidad, astucia e inteligencia, preparaba el juego para que Bernabé Ferreyra definiera la jugada.
Lo apodaban el Mullero porque tenía muchas mañas, de las buenas y de las malas, para sacar ventajas en el juego.Rápido para ejecutar algún tiro libre y sorprender, puede ser una de las primeras. En cuanto a las segundas, tuvo varias, como por ejemplo bajarle los pantalones o la gorra al arquero en un corner, o tocarle la extremidad a un rival para desconcentrarlo y sacarle el balón.
Tras jugar en River regresó a Montevideo, donde continuó su carrera.
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