jueves, 17 de diciembre de 2015

Santiago Silva

Uruguayo. Delantero de Newell’s (14 partidos, 4 goles en 2005), Gimnasia LP (36 partidos, 14 goles en 2006-07), Vélez (76 partidos, 33 goles en 2007-08 y 2010-11), Banfield (35 partidos, 22 goles en 2009), Boca (38 partidos, 13 goles en 2012-13), Lanús (53 partidos, 13 goles en 2013-15) y Arsenal (20 partidos, 7 goles en 2015). En total jugó 272 partidos y anotó 106 goles.

Su carrera futbolística a nivel profesional la comenzó en Central Español de la ciudad de Montevideo, donde debutó en 1998. Al año siguiente pasó a formar parte del plantel de River Plate, de la capital uruguaya, en el que se quedó alrededor de una temporada y media. A principios de 2001, el “Tanque” se unió a las filas de Defensor Sporting, club en el que perduró durante un año. De allí pegó el salto hacía Italia, tentado por el Chievo Verona. Su paso por este equipo fue efímero y decidió pegar la vuelta a América. El destino fue Brasil, donde se puso la camiseta del Corinthians. Su estadía duró seis meses y el restante semestre (del 2002) lo jugó en el Nacional de Montevideo.

En 2003, el “Pelado” se volvió a poner la casaca de River Plate, en el que perduró apenas seis meses porque la otra mitad del año la pasó en Energie Cottbus de Alemania. Luego continuó su periplo por Beira Mar de Portugal, durante la temporada 2004/05.

A mediados de 2005, desembarcó por primera vez en el fútbol argentino. Firmó para Newell’s, que lo anotó como refuerzo para Apertura de dicho año. No se pudo consolidar y una vez finalizado este torneo, regresó a su país para jugar medio año en el conjunto que lo vio nacer, Central Español.
En 2006 vino otra vez a la Argentina. Allí se puso la camiseta de Gimnasia LP durante la temporada 2006-2007. Fue incorporado para reemplazar en la delantera a otro compatriota: Gonzalo Vargas, quien había sido vendido. Al principio, el “Tanque” supo ganarse el cariño de la parcialidad tripera, pero debido a malos resultados, un día vivió un desenlace, con la barra de su propio club, que no le gustó y decidió marcharse a Vélez, donde fue dirigido por Ricardo La Volpe.

En su primer torneo con la casaca velezana fue el máximo goleador del conjunto, sin embargo al siguiente campeonato no le fue del todo bien, por lo que se alejó de la institución y pasó a préstamo a Banfield durante todo el 2009. En su primer torneo en el “Taladro”, anotó 9 goles, quedando así a solo cuatro del máximo artillero, José Sand. Su rendimiento fue bueno, pero al siguiente torneo le fue mucho mejor. Tuvo una gran actuación durante el Apertura 2009 anotando 14 goles que le dieron el primer torneo local al club, donde formó una excelente dupla de ataque con su coterráneo Sebastián Fernández.

El conjunto del sur no pudo hacer dueño de su pase, entonces, el Pelado debió regresar a Vélez. Tras vuelta a este club, se consagró como el goleador del campeonato con 11 anotaciones junto con Denis Stracqualursi y obtuvo el subcampeonato con su equipo.
El 2 de junio de 2011, en la semifinal de la Copa Libertadores 2011, contra Peñarol, falló un penal a los 76 minutos, con el cual hubiera logrado posiblemente la clasificación a la fase final. Silva se reivindicó de ese penal fallado definiendo de cabeza el primer gol frente a Huracán en el Clausura 2011, con el que consiguió su segundo campeonato personal en la Argentina y el primero con Vélez.
A mediados de ese año, el delantero continuó su carrera en la Fiorentina, club que pagó los 2.500.000 dólares de su cláusula de rescisión. El “Pelado” fue en busca de su revancha en Europa, mientras que los popes del club velezano se manifestaron disconformes la decisión adoptada por el jugador, pero lo comprendieron.
El 11 de septiembre, el uruguayo debutó con la camiseta violeta ante el Bologna. Entró en el minuto 80 en la victoria de su equipo 2-0, aunque sin convertir. El 4 de diciembre marcó su primer y único gol en el club italiano desde el punto del penal en la victoria 3 a 0 de su equipo ante la Roma. Su sequía goleadora en Italia, hizo replantear a Silva en volver a Sudamérica, hecho que se concretaría en esa misma temporada, cuando Silva retornó a Argentina en 2012.
Tras una disputa entre Vélez y Boca por sus servicios, el segundo fue el que ganó la pulseada. En el xeneize jugó su primer partido frente al Zamora de Venezuela por la fase de grupos de la Copa Libertadores.
El 28 de febrero la AFA le permitió jugar el campeonato local y la Copa Argentina por la lesión de Nicolás Colazo, en una decisión polémica que causó la oposición de la dirigencia de Vélez.
Tras pasar 727 minutos de haber debutado con la camiseta xeneize, en la fecha 8 del Clausura 2012 consiguió su primer gol en Boca ante Estudiantes LP, partido que terminó 3-0 a favor de su equipo.
Luego hizo goles importantes en la Copa Libertadores, en la final de la Copa Argentina contra  Racing y anotó su nombre en el Superclásico, que ese año se disputó en el Monumental, marcando un penal y estableciendo el 1-2, el otro gol del empate lo anotaría Walter Erviti.
Con la llegada de Carlos Bianchi, la situación del delantero no cambió. El Virrey le asignó la camiseta número 9 y en un puñado de partidos Silva se mantuvo en la misma sintonía que durante el año pasado. Mucha lucha y choque, pero poco gol. 
En el segundo semestre de 2013, luego de idas y vueltas rescindió su contrato con Boca y fichó en Lanús, donde debutó con dos goles para la victoria 3 a 0 ante Belgrano. Volvió a marcar contra la Universidad de Chile por la Copa Sudamericana, anotando el primer tanto del partido. Por el mismo torneo le convirtió de nuevo a River en un partido clave para llegar a las semifinales del torneo internacional. Finalmente, a principios de diciembre se consagró campeón del torneo internacional, siendo un jugador clave en el conjunto del sur.
En marzo de 2015, el delantero se negó a concentrar e ir al banco de suplentes con Arsenal, por lo que fue sancionado por la dirigencia del Granate con una pena económica (30 días sin goce de sueldo). Finalmente arregló su desvinculación del club y a una semana de su salida se confirmó su incorporación a Arsenal, luego de que esta institución pidiera a la AFA la habilitación para incorporar a otro jugador. Esto se debió a la lesión que sufrió el defensor José San Román.

Su primer año en el conjunto Sarandí no fue de lo mejor, no estuvo muy de acuerdo con el sistema de juego de Ricardo Caruso Lombardi, su técnico, quien terminó marchándose del club.

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